- ¿Por qué hay una gran polémica?
- ¿Cómo puntúa?
- ¿Hace trampas la industria alimentaria para mejorar la nota?
- ¿Qué alimentos salen beneficiados? ¿Y cuáles perjudicados?
- Entonces, ¿qué debemos hacer los consumidores?
Leer y saber interpretar un etiquetado alimentario resulta muchas veces algo muy complicado. Se ha querido simplificar haciendo un etiquetado frontal a todos los productos envasados, muy fácil de interpretar. Se puntúa desde Letra A (en verde) para la calidad óptima hasta la Letra E (en rojo) para la peor calidad. Valora las proteínas, fibra, porcentaje de fruta y verdura, calorías, grasas, sal, azúcar…
La industria alimentaria puede hacer ciertas “trampas” para mejorar la nota de su producto. ¿Cómo? Por ejemplo, si a un procesado cárnico le disminuimos la grasa y le añadimos más fécula será un producto de peor calidad, pero Nutriscore lo valorará como algo positivo. ¿Otro ejemplo? Aumentando la cantidad de fibra de unos cereales azucarados. Seguirá siendo un producto de mala calidad, pero el consumidor interpretará que es un buen alimento ya que podrá obtener una buena puntuación.
Hay productos como los refrescos light que van a salir muy bien parados porque tienen “0” calorías, “0” grasas, “0” sal y “0” azúcar. En cambio, hay otros cómo el queso curado obtendrá la peor puntuación por las calorías, grasas y sal que presentan, a pesar de de ser un alimento saludable.
La mejor recomendación por lo tanto para el consumidor es seguir mirando la lista de ingredientes. De esta forma no nos pueden engañar.
María Eguszquiza
Dietista – Nutricionista
Nº de colegiada: EUS00025